La deuda pública en España ha crecido significativamente, alcanzando el 101,8% del PIB en 2024. A pesar de proyecciones optimistas, el aumento de intereses y déficits plantea dudas sobre su sostenibilidad. Se requieren reformas estructurales y conciencia ciudadana para gestionar la deuda y garantizar el bienestar económico futuro.
El PIB de la eurozona creció un 0,3% en el tercer trimestre de 2023, impulsado por el consumo y la inversión. La UE alcanzó un 0,4%. A pesar de desafíos como la inflación y la incertidumbre global, los datos sugieren una recuperación económica moderada pero sostenible en Europa.
En el tercer trimestre de 2025, las existencias de mercancías en el comercio español aumentaron un 2,2%, destacando el sector de vehículos con un 5,6%. Aunque el comercio minorista creció solo un 0,3%, la gestión estratégica de inventarios será crucial para enfrentar desafíos económicos y mantener el crecimiento.
La actividad manufacturera en la zona euro ha caído a 49,6 puntos, indicando recesión, afectada principalmente por Alemania y Francia. Sin embargo, España muestra señales de crecimiento. Desafíos como la inflación y la incertidumbre global persisten, pero la innovación y la sostenibilidad podrían ofrecer oportunidades para el futuro del sector.
En octubre de 2024, los precios de exportación e importación de productos industriales cayeron un 0,1% y 2,4% interanualmente, respectivamente. A pesar de la caída general, el sector energético mostró un repunte. La incertidumbre persiste, y las empresas deben adaptarse a un entorno económico volátil.
La OCDE destaca mejoras en las finanzas públicas de España, pero advierte sobre la necesidad de consolidación fiscal y reformas en pensiones e impuestos. Se estima que estas medidas podrían generar 6.800 millones de euros. La inversión en áreas clave es crucial para un crecimiento sostenible y la estabilidad fiscal futura.