Desaceleración

China lucha contra desaceleración económica y tensiones comerciales

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China enfrenta desafíos económicos en el tercer trimestre de 2025

Los últimos informes económicos de China han revelado un panorama preocupante para la segunda mayor economía del mundo. En el inicio del tercer trimestre, se observan signos de desaceleración en varios sectores clave, lo que podría tener repercusiones significativas tanto a nivel nacional como internacional. Las tensiones comerciales con Estados Unidos siguen afectando el rendimiento económico, y el consumo interno muestra indicios de debilidad.

Producción industrial en declive

Según los datos proporcionados por la Oficina Nacional de Estadística (ONE), la producción industrial de China experimentó un crecimiento del 5,7% interanual en julio, una cifra que se sitúa por debajo del 6,8% registrado en junio. Este descenso marca el incremento más bajo desde noviembre del año anterior. La desaceleración en la producción industrial es un indicador preocupante que podría reflejar la pérdida de impulso en la economía china.

El análisis por sectores revela que, aunque el valor agregado de la minería creció un 5% interanual, y la manufactura un 6,2%, la producción y suministro de electricidad, energía térmica, gas y agua solo aumentó un 3,3%. Sin embargo, hay sectores que siguen mostrando un crecimiento notable. Por ejemplo, la fabricación de equipos creció un 8,4%, mientras que la alta tecnología alcanzó un 9,3% de incremento.

La producción industrial de China ha sido un pilar fundamental de su crecimiento económico, y su desaceleración podría tener repercusiones globales.

Ventas minoristas en descenso

Otro aspecto preocupante es el rendimiento del consumo interno. En julio, las ventas minoristas en China crecieron a un ritmo interanual del 3,7%, una caída significativa respecto al 4,8% del mes anterior. Este es el menor incremento en las ventas minoristas desde finales de 2024, lo que pone de manifiesto una posible disminución en la confianza del consumidor y en el gasto general.

La combinación de una producción industrial en declive y un consumo interno debilitado plantea serias interrogantes sobre la capacidad de China para mantener su crecimiento económico en el futuro cercano. La incertidumbre en el mercado y las tensiones comerciales con Estados Unidos podrían estar influyendo en estas tendencias.

Impacto de las tensiones comerciales

Las tensiones comerciales entre Estados Unidos y China han sido un factor constante que afecta a la economía china. A principios de esta semana, ambos países anunciaron un acuerdo para prorrogar durante tres meses la suspensión de una parte significativa de los aranceles aplicados mutuamente. Este acuerdo se produjo tras una reunión entre autoridades de Washington y Pekín en Estocolmo, donde se discutieron los términos de la prolongación.

El presidente estadounidense, Donald Trump, anunció a través de su red social que había firmado una orden ejecutiva para extender la suspensión arancelaria a China durante otros 90 días, con una nueva fecha límite establecida para el 10 de noviembre. Este acuerdo replica los términos de la primera suspensión, que se implementó el 12 de mayo, y mantiene los aranceles en un 30% para las importaciones chinas en Estados Unidos y un 10% para los productos estadounidenses en China.

La prolongación de la suspensión arancelaria es un intento de ambas naciones por aliviar las tensiones comerciales, aunque los efectos a largo plazo de estas medidas aún son inciertos.

Perspectivas económicas

La situación económica actual de China plantea preguntas sobre su capacidad para sostener el crecimiento en un entorno global cada vez más incierto. La desaceleración en la producción industrial y las ventas minoristas sugiere que la economía podría estar enfrentando un período de ajuste. Los analistas están observando de cerca estos indicadores, ya que podrían ser señales de una recesión más amplia si la tendencia continúa.

Los sectores que han mostrado un crecimiento sólido, como la alta tecnología y la fabricación de equipos, podrían ser fundamentales para el futuro de la economía china. Sin embargo, la dependencia de estos sectores también plantea riesgos, especialmente si las tensiones comerciales con Estados Unidos continúan afectando la inversión y el comercio.

Reacciones del mercado

Los mercados financieros han reaccionado a las últimas cifras económicas con cautela. La incertidumbre en torno al futuro económico de China ha llevado a los inversores a adoptar una postura más conservadora. Las acciones de empresas relacionadas con la manufactura y el consumo han experimentado volatilidad, lo que refleja la preocupación por el debilitamiento de la economía.

Los economistas advierten que si China no logra estabilizar su economía, podría haber repercusiones no solo para el país, sino también para la economía global. La interconexión de los mercados significa que cualquier desaceleración significativa en China podría tener un efecto dominó en otras economías, especialmente en aquellas que dependen de las exportaciones hacia el gigante asiático.

Estrategias para el crecimiento

Ante estos desafíos, el gobierno chino podría necesitar implementar nuevas estrategias para estimular el crecimiento. Las políticas fiscales y monetarias podrían jugar un papel crucial en la revitalización de la economía. Aumentar la inversión en infraestructura, fomentar la innovación y mejorar el entorno empresarial podrían ser medidas efectivas para impulsar el crecimiento.

Además, mejorar la confianza del consumidor será fundamental para revitalizar el gasto interno. Esto podría lograrse mediante políticas que fomenten el empleo y aumenten los ingresos de los hogares, lo que a su vez podría estimular la demanda interna.

El futuro de la economía china

El futuro de la economía china es incierto, pero la capacidad del país para adaptarse a los desafíos actuales será crucial. La combinación de tensiones comerciales, desaceleración en la producción industrial y un consumo interno debilitado presenta un panorama complejo. Sin embargo, la resiliencia de la economía china ha sido probada en el pasado, y su capacidad para innovar y adaptarse podría ser la clave para superar estos obstáculos.

La atención del mundo estará centrada en cómo China maneja esta situación en los próximos meses. La evolución de las tensiones comerciales con Estados Unidos, así como la respuesta del gobierno chino a los desafíos económicos, serán factores determinantes en el futuro económico del país y, por extensión, de la economía global.


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