Despidos

Telefónica planea hasta 7.000 despidos en reestructuración histórica

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Telefónica y su nuevo ERE: Un análisis exhaustivo de la situación laboral

Telefónica ha anunciado que entre el 24 y el 25 de noviembre se revelará la magnitud del expediente de regulación de empleo (ERE) que afectará a varias de sus filiales en España. Este anuncio ha generado una gran preocupación tanto entre los trabajadores como en el ámbito sindical, ya que se espera que el número de despidos sea significativo. La empresa, que ha estado enfrentando desafíos económicos y cambios en su estrategia, ha decidido llevar a cabo este ERE como parte de un plan más amplio para reducir costos y mejorar su eficiencia operativa.

Detalles del ERE y su impacto en la plantilla

Las estimaciones actuales sugieren que la propuesta inicial de Telefónica podría contemplar la salida de entre 6.000 y 7.000 trabajadores de un total de siete sociedades, que incluyen Telefónica de España, Telefónica Móviles, Telefónica Soluciones, Telefónica S.A., Telefónica Global Solutions, Telefónica Innovación Digital y Movistar+. Este ERE se produce en un contexto en el que la empresa ya ha llevado a cabo reducciones de plantilla en el pasado, siendo el último ERE en 2024, que resultó en la salida de 3.420 empleados.

El impacto económico de este nuevo ERE podría ser considerable, tanto para los trabajadores como para la propia compañía.

La estructura del ERE se presentará de forma escalonada, comenzando con las tres primeras sociedades el lunes 24 y continuando con las otras cuatro el martes 25. Este enfoque permitirá a los sindicatos y a los trabajadores entender mejor las implicaciones de la propuesta y prepararse para las negociaciones que seguirán.

Reacciones de los sindicatos y el Gobierno

Los sindicatos, especialmente UGT, han expresado su intención de negociar de buena fe, cumpliendo con el mandato legal del Estatuto de los Trabajadores. UGT ha dejado claro que su enfoque será el diálogo y el consenso, aunque también han enfatizado la necesidad de ser firmes en su posición. Esto es crucial en un momento en que la incertidumbre sobre el futuro laboral de miles de trabajadores está en juego.

El Gobierno también ha intervenido en esta situación, con el ministro para la Transformación Digital y de la Función Pública, Óscar López, subrayando la importancia de que cualquier medida que tome Telefónica se realice con el acuerdo de los sindicatos. López ha afirmado que la posición del Gobierno es clara y que se priorizará el consenso en el desarrollo del ERE.

La postura del Gobierno refuerza la idea de que las decisiones laborales deben ser tomadas en colaboración con los representantes de los trabajadores, lo que podría influir en las negociaciones.

Contexto económico y estratégico de Telefónica

El ERE de Telefónica no es un evento aislado, sino que forma parte de un plan estratégico más amplio que la compañía ha presentado recientemente. Este plan contempla la reducción de costos en aproximadamente 3.000 millones de euros para el año 2030, con un objetivo intermedio de 2.300 millones de euros para 2028. Dentro de estos ahorros, se incluyen partidas relacionadas con personal, lo que indica que la reestructuración de la plantilla es una parte integral de la estrategia de la empresa.

El consejero delegado de Telefónica, Emilio Gayo, ha comentado que los ahorros proyectados son factibles y que se han incluido todos los aspectos relevantes en las estimaciones. Este enfoque sugiere que la compañía está comprometida a optimizar sus operaciones, aunque a expensas de su fuerza laboral.

El impacto financiero del ERE anterior

El ERE anterior de Telefónica, que se cerró en enero de 2024, tuvo un coste aproximado de 1.300 millones de euros antes de impuestos, lo que equivale a una media de 380.000 euros por trabajador despedido. Aunque este coste es significativo, el ahorro promedio para la empresa a raíz de ese ERE se situó en unos 285 millones de euros anuales. Estos números destacan el impacto financiero que los despidos pueden tener tanto en la empresa como en los empleados afectados.

La experiencia del ERE anterior también sugiere que la cifra inicial de despidos puede disminuir a medida que avancen las negociaciones. Es probable que los sindicatos busquen reducir el número de despidos propuestos y mejorar las condiciones de salida para los trabajadores.

El papel de la digitalización en la reestructuración

La digitalización y la transformación del modelo de negocio son factores clave en la estrategia de Telefónica. La compañía ha estado invirtiendo en nuevas tecnologías y en la mejora de su infraestructura digital, lo que ha llevado a una necesidad de adaptarse a un mercado en constante cambio. Este proceso de digitalización puede generar la necesidad de una plantilla más reducida, pero también más especializada, lo que plantea un desafío para los trabajadores que podrían verse afectados por el ERE.

El futuro de Telefónica dependerá de su capacidad para equilibrar la reducción de costes con la necesidad de mantener una fuerza laboral competente y comprometida. La reestructuración no solo afecta a los números en la hoja de balance, sino también a la cultura organizacional y al clima laboral dentro de la empresa.

Expectativas de los trabajadores y sindicatos

Los trabajadores de Telefónica están en una situación de gran incertidumbre. La posibilidad de despidos masivos genera ansiedad y preocupación sobre el futuro laboral de miles de empleados. Los sindicatos han estado en contacto con los trabajadores para mantenerlos informados sobre el progreso de las negociaciones y para garantizar que sus voces sean escuchadas en el proceso.

La comunicación entre los sindicatos y los trabajadores es esencial en este momento crítico. Los sindicatos están trabajando para movilizar a los empleados y garantizar que se tomen en cuenta sus intereses en las negociaciones. La unidad entre los trabajadores será clave para enfrentar los desafíos que se presenten en el camino hacia un acuerdo.

El futuro de Telefónica: ¿Qué esperar?

Con el anuncio del ERE, Telefónica se encuentra en una encrucijada. La necesidad de reducir costes y adaptarse a un mercado en evolución es evidente, pero el impacto en la fuerza laboral es una preocupación que no puede ser ignorada. La empresa deberá encontrar un equilibrio entre sus objetivos financieros y su responsabilidad social hacia sus empleados.

El proceso de negociación que se avecina será crucial para definir el futuro de la compañía y de sus trabajadores. Las decisiones que se tomen en las próximas semanas tendrán repercusiones a largo plazo, no solo en términos económicos, sino también en la percepción pública de la empresa y en su capacidad para atraer y retener talento en el futuro.

Con la mirada puesta en el futuro, todos los actores involucrados, desde la dirección de Telefónica hasta los sindicatos y los trabajadores, deberán colaborar para encontrar soluciones que beneficien a todas las partes. La forma en que se maneje esta situación será un reflejo de los valores de la empresa y su compromiso con sus empleados y la sociedad en general.


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