Masorange concluye ERE con menos despidos de lo esperado

Masorange concluye su ERE con 609 salidas: un análisis del impacto y las condiciones
Masorange, una de las empresas más relevantes en su sector, ha finalizado su expediente de regulación de empleo (ERE) con un total de 609 salidas, cifra que se sitúa por debajo de las 650 inicialmente pactadas con los sindicatos. Este ajuste laboral, que ha generado un gran revuelo en el ámbito laboral y empresarial, se ha visto respaldado por una reciente sentencia de la Audiencia Nacional que valida tanto el proceso como los acuerdos alcanzados entre la empresa y los sindicatos.
Detalles del ERE y la Sentencia Judicial
El ERE de Masorange ha resultado en 473 salidas voluntarias y 136 despidos forzosos, según fuentes cercanas a la situación. Este proceso se ha llevado a cabo en un contexto complicado, donde la empresa ha justificado su necesidad de reestructuración por razones económicas. La sentencia de la Audiencia Nacional ha desestimado las demandas de los sindicatos CCOO y USO, quienes buscaban frenar el ERE de manera definitiva.
La resolución judicial ha resaltado la motivación económica del ERE, afirmando que las pérdidas de la compañía fueron significativas, alcanzando más de 400 millones de euros en el primer semestre de 2024, y previendo que las pérdidas totales podrían ascender a 583 millones de euros para finales de ese año. Este respaldo judicial ha sido crucial para que Masorange pudiera llevar a cabo su reestructuración sin mayores obstáculos legales.
La sentencia también reconoce la existencia del Grupo Laboral MasOrange, un argumento que los sindicatos habían cuestionado. La Audiencia Nacional ha aclarado que la referencia a este grupo no surgió de manera sorpresiva durante el periodo de consultas, sino que había sido parte de un proceso previo de integración en las sociedades.
Condiciones del ERE: Indemnizaciones y Prejubilaciones
Las condiciones acordadas entre Masorange y los sindicatos firmantes del ERE son un aspecto fundamental que merece atención. Para aquellos trabajadores que optaron por la salida voluntaria, se estableció una indemnización que oscila entre 34 y 47 días por año trabajado, con un tope de 24 mensualidades. En el caso de los despidos forzosos, la indemnización se sitúa entre 33 y 45 días por año trabajado, también con un límite de 24 mensualidades.
Además, se han establecido primas adicionales para los trabajadores con menos de ocho años de antigüedad que se acojan al ERE, que ascienden a 3.000 euros. Esta cifra se incrementa a 8.000 euros para aquellos con una antigüedad de entre nueve y 12 años, y puede llegar hasta 15.000 euros para los empleados con más de 12 años en la compañía. El límite total de indemnización se ha fijado en 300.000 euros.
Prejubilaciones y Mantenimiento de Beneficios
El pacto también contempla un plan de prejubilaciones para los trabajadores de entre 56 y 57 años con al menos nueve años de antigüedad. Para aquellos de 58 a 62 años, la antigüedad requerida se reduce a cinco años. Las rentas del plan de prejubilaciones se establecen en el 80% del salario regulador, lo que representa una garantía económica para los empleados en esta franja de edad.
Otro aspecto relevante es el mantenimiento del seguro médico durante dos años para los empleados afectados por el ERE que ya contaban con esta prestación. En el caso de las prejubilaciones, el seguro médico se mantendrá hasta los 63 años. Este tipo de medidas son cruciales para asegurar un cierto nivel de bienestar a los trabajadores que se ven obligados a dejar la empresa.
Las garantías de empleo hasta el 30 de junio de 2026 también se han incluido en el acuerdo, aunque están condicionadas a la ausencia de "motivos económicos o estructurales graves" que puedan justificar un nuevo ERE en el futuro.
Reacciones de los Sindicatos y Trabajadores
La reacción de los sindicatos ha sido mixta. UGT ha expresado su satisfacción por el cumplimiento de la condición impuesta en la mesa de negociación del I Convenio Colectivo del Grupo Laboral, que consistía en abordar de manera urgente la revisión salarial. La organización ha solicitado una reunión antes de que finalice el mes para discutir estos temas, lo que refleja la preocupación por la situación de los trabajadores restantes y la necesidad de mejorar sus condiciones laborales.
Por su parte, CCOO y USO han manifestado su desacuerdo con el proceso, argumentando que la empresa no ha justificado adecuadamente la necesidad del ERE. La desestimación de sus demandas por parte de la Audiencia Nacional ha sido un golpe para estos sindicatos, que ahora se enfrentan al desafío de mantener la cohesión entre sus miembros y buscar nuevas estrategias para defender los derechos de los trabajadores.
Impacto en el Mercado Laboral y la Empresa
El ERE de Masorange no solo afecta a los empleados directamente involucrados, sino que también tiene implicaciones más amplias en el mercado laboral y en la percepción pública de la empresa. La reducción de personal puede tener un efecto negativo en la moral de los empleados restantes, así como en la imagen de la compañía frente a clientes y socios comerciales.
La situación financiera de Masorange, marcada por pérdidas significativas, ha llevado a la empresa a tomar decisiones drásticas para asegurar su viabilidad a largo plazo. Sin embargo, el éxito de esta reestructuración dependerá de la capacidad de la empresa para adaptarse a un entorno cambiante y competitivo, así como de la implementación efectiva de las medidas acordadas en el ERE.
Perspectivas Futuras para Masorange y sus Empleados
Con el ERE concluido y las condiciones pactadas, Masorange se enfrenta a un nuevo capítulo en su historia. La empresa deberá centrarse en la recuperación de su salud financiera y en la mejora de sus operaciones para evitar futuros despidos. La garantía de empleo hasta 2026 ofrece un respiro temporal, pero la dirección de la empresa debe ser proactiva en la búsqueda de soluciones sostenibles.
Los empleados que han permanecido en la compañía también deben estar atentos a los cambios que se avecinan. La revisión salarial solicitada por UGT podría ser un primer paso hacia la estabilización de las relaciones laborales y la mejora de las condiciones de trabajo. Sin embargo, el camino hacia la recuperación será complejo y requerirá un esfuerzo conjunto entre la dirección de la empresa y los sindicatos.
En este contexto, la colaboración y el diálogo entre todas las partes serán esenciales para construir un futuro más sólido y sostenible para Masorange y sus empleados. La experiencia del ERE, aunque dolorosa, puede servir como una lección valiosa sobre la importancia de la comunicación y la transparencia en tiempos de crisis.
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