Nuevo programa de avales en Valencia impulsa la recuperación económica

Nuevas medidas de apoyo financiero tras la DANA en Valencia

Las entidades financieras han recibido luz verde para unirse al contrato de líneas de avales que se ha implementado con el objetivo de mitigar las consecuencias devastadoras de la DANA (Depresión Aislada en Niveles Altos) en diversas regiones de Valencia. Este programa, que se activa a partir de este viernes, permite a las instituciones bancarias ofrecer financiación a empresas y particulares afectados, facilitando así la recuperación económica de las zonas más impactadas.

Detalles del programa de avales

El programa de avales, que cuenta con un fondo total de 5.000 millones de euros, está diseñado para asistir a aproximadamente 32.000 empresas, 535.000 personas y más de 150.000 hogares que han sufrido daños significativos a causa de la DANA. El Consejo de Ministros ha aprobado inicialmente un primer tramo de 1.000 millones de euros, con la intención de llevar a cabo un seguimiento semanal para activar los tramos restantes según sea necesario, garantizando así que no haya problemas de liquidez en el proceso.

La estrategia del ICO se centra en proporcionar liquidez de forma rápida, sin sustituir las ayudas directas, sino anticipándolas para que lleguen lo antes posible a quienes más lo necesitan.

El aval cubre hasta el 80% del principal del préstamo y no supone ningún coste para las entidades financieras, lo que se traduce en un menor coste para los clientes que accedan a este tipo de financiación.

Modalidades de avales para particulares

Dentro de este esquema, se ha establecido una modalidad específica destinada a particulares. Este modelo permite a los consumidores finales acceder a ayudas sin necesidad de aportar garantías adicionales, más allá de las que el Estado proporciona en el marco de estos avales. Las personas interesadas podrán solicitar financiación hasta noviembre de 2025.

Para acceder a estas ayudas, los solicitantes deberán presentar una declaración responsable que acredite su residencia en la zona afectada o que tengan un contrato de trabajo en ella. Además, deberán evaluar los daños sufridos y presentar la solicitud de indemnización correspondiente al consorcio o a cualquier ayuda que ofrezca la Administración General del Estado o las comunidades autónomas.

Condiciones de pago y carencia

Una de las características más destacadas de esta modalidad es el periodo de carencia, que permite a los beneficiarios no pagar intereses ni capital hasta que el consorcio o la entidad que concede las ayudas haga efectivas las indemnizaciones. Esto significa que, durante este tiempo, no será necesario que las personas afectadas aporten ningún importe, ya que no se aplicarán comisiones de apertura ni de reembolso.

Este esquema de financiación es especialmente beneficioso para las familias, ya que les permite recuperar su situación económica sin la presión de pagos inmediatos.

Si, tras la evaluación de daños, el consorcio determina que la indemnización es inferior a lo esperado, el ICO ha establecido que se "prestamizará" el importe adeudado hasta el final del periodo del préstamo, que tiene una duración de cinco años. Esto garantiza que los afectados no se vean abrumados por deudas que no pueden afrontar.

Opciones de financiación para empresas

El programa también incluye modalidades específicas para empresas, que se dividen en dos categorías principales. En la primera, las empresas pueden solicitar financiación en función de las ayudas que vayan solicitando, y una vez que estas sean efectivas, se liquidarán los intereses correspondientes.

Sin embargo, hay que tener en cuenta que algunas empresas podrían enfrentar situaciones en las que la indemnización no sea suficiente para restaurar su capacidad productiva anterior a la crisis. Para estos casos, se ha habilitado una tercera modalidad de avales que se centra en la recuperación de la capacidad productiva.

Financiación de inversiones y circulante

Esta modalidad permite a las empresas acceder a financiación para inversiones de hasta siete años en general, y hasta diez años específicamente para el sector agrícola. Además, se contempla la financiación de circulante por un periodo de hasta cinco años. Las condiciones son flexibles y se ajustan a los esquemas de ayudas de Estado que se consideren apropiados.

Los préstamos pueden alcanzar un importe máximo de 12,5 millones de euros, lo que representa un apoyo significativo para las empresas que buscan recuperarse de los efectos de la DANA. Al igual que en el caso de los particulares, el coste del aval es cero, aunque no se permite financiar novaciones y reestructuraciones de préstamos previos.

Carencia y plazos de amortización

Los préstamos destinados a empresas también incluyen un periodo de carencia de 12 meses, que puede ampliarse hasta 12 meses adicionales, dependiendo de la naturaleza de la inversión. Esto proporciona a las empresas el tiempo necesario para estabilizarse antes de comenzar a hacer frente a sus obligaciones de pago.

Es importante destacar que este enfoque integral busca no solo proporcionar asistencia inmediata, sino también fomentar la recuperación a largo plazo de las empresas y hogares afectados por la DANA.

Impacto esperado en la economía local

La implementación de este programa de avales se espera que tenga un impacto positivo en la economía local, ayudando a revitalizar sectores que han sufrido un golpe significativo. Con la posibilidad de acceder a financiación sin costes adicionales, tanto particulares como empresas podrán recuperar su estabilidad financiera y, en muchos casos, incluso mejorar su situación.

La rápida disponibilidad de estos recursos es crucial para que las comunidades afectadas puedan reconstruir y adaptarse a la nueva realidad económica. A medida que las entidades financieras comiencen a ofrecer estos préstamos, se espera que más personas y empresas se animen a solicitar ayuda, lo que a su vez impulsará la actividad económica en las regiones más afectadas.

Conclusión del programa de avales

En resumen, el nuevo programa de avales representa una respuesta efectiva ante la crisis provocada por la DANA en Valencia y otras zonas. Con un enfoque en la rapidez y la flexibilidad, se busca garantizar que la liquidez llegue a quienes más la necesitan, permitiendo así una recuperación más ágil y sostenible. Las entidades financieras, al adherirse a este programa, no solo cumplen con un papel fundamental en la recuperación económica, sino que también contribuyen a la estabilidad social de las comunidades afectadas.

Las autoridades han puesto en marcha un mecanismo que, sin duda, marcará la diferencia en la vida de miles de personas y empresas que se enfrentan a desafíos sin precedentes. Con el apoyo del ICO y la colaboración de las entidades financieras, se espera que la recuperación sea una realidad en el corto plazo.