Solidaridad

Juan Roig impulsa solidaridad empresarial tras la devastadora dana

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Juan Roig destaca la importancia de la solidaridad empresarial tras la dana de octubre

El presidente de Mercadona, Juan Roig, ha compartido su experiencia y reflexiones en el Congreso Aecoc Gran Consumo, que se celebra en el Roig Arena de València. Durante su intervención titulada 'El orgullo de ser empresario', Roig ha rememorado la devastadora dana que afectó a la región el 29 de octubre del año pasado, un evento que dejó una profunda huella en la comunidad y que, según él, hizo que muchos se sintieran desamparados.

La tragedia de la dana: un recuerdo imborrable

La dana fue un fenómeno natural que causó la muerte de 229 personas, un hecho que ha marcado la memoria colectiva de la sociedad valenciana. Entre las víctimas, Roig recordó a cuatro amigos suyos, empresarios que no pudieron sobrevivir a la catástrofe. "Fue una desgracia muy grande", afirmó el empresario, quien subrayó la falta de preparación y respuesta ante un evento de tal magnitud. "Hasta lo que yo sé, fue un fenómeno natural y que no se supo decir o no sé cuántos", comentó, lamentando la sensación de abandono que sintieron muchos en esos momentos críticos.

La sensación de desamparo fue un sentimiento compartido por muchos en la comunidad empresarial tras la tragedia.

La inspiración detrás del Plan Alcemse

El impacto de la dana llevó a Roig a reflexionar sobre la necesidad de actuar. Recordó una imagen que lo inspiró profundamente: un peluquero que, a pesar de la adversidad, decidió sacar una silla y unas tijeras para trabajar en la calle. Esta escena emblemática le motivó a lanzar el Plan Alcemse, una iniciativa destinada a proporcionar apoyo a los pequeños y medianos empresarios afectados por la catástrofe. "Debajo del barro sigue estando el suelo", fue el lema que guió esta acción.

Roig destacó que el objetivo principal del plan era ofrecer un "vaso de agua en el desierto" a aquellos que se encontraban en una situación crítica. A través de este programa, se destinaron 8.000 euros netos a 4.000 empresarios, siempre y cuando se comprometieran a reabrir sus negocios. La respuesta fue positiva, y, sorprendentemente, nueve personas decidieron devolver la ayuda porque no iban a volver a la actividad, lo que Roig interpretó como un gesto de honradez.

La generosidad como valor fundamental

Durante su intervención, Roig enfatizó la importancia de la solidaridad en momentos de crisis. "Lo más bonito que hay en esta vida es dar, más que recibir", afirmó, destacando que, más allá de su propia contribución, muchos otros empresarios y ciudadanos se unieron para ayudar a los afectados. En total, la ayuda proporcionada por él, su esposa Hortensia Herrero, y su entorno ascendió a 108 millones de euros, de los cuales 35 millones fueron a fondo perdido.

Un esfuerzo colectivo sin precedentes

El presidente de Mercadona no solo se centró en su propia contribución, sino que también resaltó la colaboración de otros empresarios, voluntarios y anónimos que se unieron para ayudar a los damnificados. "Fue impresionante el apoyo que llegó del resto de España", comentó, reconociendo que, aunque él se lleva muchas medallas, hay "muchísima gente que ha hecho muchas cosas".

Roig también mencionó que la respuesta a la crisis fue un esfuerzo colectivo, donde muchas manos se unieron para ofrecer ayuda. "No se trata solo de mí, sino de un gran número de personas que se comprometieron a hacer algo por los demás", añadió.

El papel de Mercadona en la recuperación

Mercadona, bajo la dirección de Roig, ha estado en el centro de la recuperación económica de la región. La empresa ha implementado diversas iniciativas para ayudar a los pequeños negocios a recuperarse y volver a la normalidad. Esto no solo incluye el apoyo financiero, sino también la promoción de productos locales y la colaboración con otros empresarios para revitalizar la economía local.

La recuperación no solo se mide en términos económicos, sino también en la reconstrucción de la confianza y el espíritu comunitario.

El legado del Plan Alcemse

El Plan Alcemse no solo ha sido un programa de ayuda económica, sino también un símbolo de esperanza y resiliencia. Roig ha expresado su deseo de que esta iniciativa sirva como modelo para futuras crisis, demostrando que la solidaridad y la colaboración son esenciales para superar momentos difíciles. La experiencia adquirida durante la dana ha llevado a muchos a replantearse cómo abordar situaciones de crisis en el futuro.

Mirando hacia el futuro

A medida que la comunidad se recupera, Roig ha instado a los empresarios a mantenerse unidos y a trabajar juntos para construir un futuro más sólido. La experiencia de la dana ha dejado lecciones valiosas sobre la importancia de la preparación y la resiliencia ante desastres naturales. La comunidad empresarial tiene un papel crucial en la reconstrucción, no solo en términos económicos, sino también en la creación de un tejido social más fuerte.

En su intervención, Roig también subrayó la necesidad de seguir invirtiendo en la formación y el desarrollo de los emprendedores, asegurando que estén preparados para enfrentar futuros desafíos. "La educación y la formación son claves para que nuestros empresarios puedan adaptarse a los cambios y a las crisis", afirmó.

La importancia de la colaboración

La colaboración entre empresas, instituciones y la sociedad civil es fundamental para lograr una recuperación sostenible. Roig ha hecho un llamado a todos los sectores a unirse en un esfuerzo común para reconstruir la economía y apoyar a aquellos que aún se encuentran en dificultades. La unión de fuerzas puede marcar la diferencia en la vida de muchas personas.

La experiencia de la dana ha demostrado que, aunque la adversidad puede ser devastadora, la respuesta colectiva puede ser igualmente poderosa. Las iniciativas de apoyo y la solidaridad entre los empresarios son ejemplos de cómo se puede transformar una crisis en una oportunidad para crecer y aprender.

Un mensaje de esperanza

La historia de la dana y la respuesta de la comunidad empresarial es un recordatorio de que, a pesar de los desafíos, siempre hay espacio para la esperanza y la solidaridad. La capacidad de las personas para unirse y ayudar a los demás en momentos de crisis es un testimonio del espíritu humano. Roig ha dejado claro que, aunque la tragedia fue devastadora, la respuesta colectiva ha sido un ejemplo de lo que se puede lograr cuando las personas se unen por un objetivo común.

La comunidad valenciana, con la ayuda de sus empresarios y ciudadanos, está en el camino de la recuperación, aprendiendo de las lecciones del pasado y mirando hacia un futuro más brillante. La resiliencia y la solidaridad seguirán siendo valores fundamentales en este proceso, asegurando que, aunque el camino sea difícil, siempre habrá esperanza y apoyo mutuo.


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