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Banco de España mejora proyecciones de crecimiento del PIB 2024

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Revisión del PIB en España: Nuevas Proyecciones del Banco de España

El Banco de España ha actualizado sus proyecciones económicas, elevando las expectativas de crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB) español para los años 2024 y 2025. En su último informe, el organismo ha incrementado estas previsiones en tres décimas, situando el crecimiento en un 3,1% para 2024 y en un 2,5% para 2025. Para el año 2026, la previsión se mantiene sin cambios en un 1,9%, mientras que se anticipa una ligera desaceleración para 2027, con un crecimiento del 1,7%.

Dinamismo Económico en el Último Trimestre de 2023

El informe trimestral del Banco de España destaca el notable dinamismo de la actividad económica durante el tercer trimestre de 2023. A pesar de los efectos adversos de la DANA, que afectó a varias provincias a finales de octubre, se prevé que el ritmo de expansión del PIB se mantenga robusto en el último trimestre del año. Se estima que el crecimiento del PIB en este periodo podría situarse entre el 0,6% y el 0,7% en términos intertrimestrales.

La revisión al alza de las previsiones de crecimiento refleja un efecto "arrastre positivo" derivado de los nuevos datos de la Contabilidad Nacional Trimestral.

Este crecimiento se fundamenta en el dinamismo de la actividad en el segundo semestre de 2023, que ha superado las expectativas iniciales. A pesar de la incertidumbre que rodea la estimación, se considera que el impacto negativo de la DANA será transitorio y se compensará con medidas de apoyo fiscal en los primeros meses de 2025.

Proyecciones para 2025: Crecimiento Sostenido

La revisión de la tasa de crecimiento del PIB para 2025 también se ha ajustado al alza en tres décimas, alcanzando el 2,5%. Esta mejora se debe al vigor de la actividad económica en los últimos trimestres de 2024 y a un crecimiento más robusto del PIB en el primer semestre de 2025. Las proyecciones apuntan a que el crecimiento del PIB en el periodo 2024-2027 estará sustentado principalmente por la demanda interna, con un énfasis particular en el consumo privado.

El consumo privado se proyecta como el principal motor del crecimiento, impulsado por la evolución favorable de la renta disponible, el empleo y la confianza de los hogares. Además, se espera un incremento poblacional que también contribuirá a esta tendencia positiva.

Inversiones y Capital: Un Futuro Prometedor

La formación bruta de capital también jugará un papel crucial en el crecimiento del PIB. Aunque su recuperación ha sido más lenta en comparación con los niveles previos a la pandemia, se anticipa que aumentará su contribución al crecimiento en los próximos trimestres. Este aumento se debe a un mayor despliegue de los fondos del Plan de Recuperación y a unas condiciones de financiación más favorables.

Inflación y su Evolución: Un Desafío a la Vista

En cuanto a la inflación, el Banco de España prevé una disminución gradual de la misma. Se estima que la tasa promedio de inflación baje del 3,4% en 2023 al 2,9% en 2024, y continúe descendiendo hasta el 1,7% en 2026. Esta desaceleración se atribuye a una moderación de la inflación subyacente, que también se espera que disminuya progresivamente.

Sin embargo, se anticipa un repunte de la inflación general en 2027, alcanzando el 2,4%. Este aumento se relaciona con la introducción de un nuevo régimen de comercio de derechos de emisión de la Unión Europea, que afectará a sectores como el transporte por carretera y la calefacción de los hogares, generando un notable incremento en los precios energéticos.

Mercado Laboral: Tendencias y Expectativas

El mercado laboral también muestra signos de mejora, con el Banco de España proyectando un aumento del empleo del 2,1% en 2024, aunque se espera que esta tasa se ralentice en los años siguientes. La tasa de paro, que actualmente se sitúa por encima del 11%, se prevé que baje gradualmente, alcanzando el 9,9% en 2027.

Este descenso en la tasa de desempleo es compatible con un aumento en la productividad, lo que podría ayudar a cerrar la brecha que se ha ampliado desde el inicio de la pandemia de COVID-19. Las proyecciones indican que, a pesar de la desaceleración en el crecimiento del empleo, la economía española seguirá mostrando signos de recuperación.

Déficit y Deuda: Perspectivas Financieras

En términos de finanzas públicas, el Banco de España ha elevado su estimación del déficit para 2024 al 3,4% del PIB, lo que se traduce en un incremento de cuatro décimas respecto a las proyecciones anteriores. Este aumento se debe a los mayores gastos derivados de las medidas adoptadas tras la DANA. A pesar de esta revisión, se considera que no debería haber consecuencias significativas en relación con el protocolo de déficit excesivo por parte de la Comisión Europea.

Sin embargo, las proyecciones de déficit para 2025 y 2026 han mejorado, bajando al 2,9% y al 2,7%, respectivamente. Esto sugiere que España podría cumplir con los requisitos fiscales europeos en el horizonte de proyección.

La reforma fiscal en tramitación parlamentaria se prevé que aumente los recursos públicos en un 0,3% del PIB para 2025, aunque se anticipa que este aumento se reduzca en años posteriores.

Riesgos Internacionales: Factores que Pueden Afectar la Economía

En el ámbito internacional, el Banco de España ha identificado varios riesgos que podrían afectar la economía española. Uno de los principales es un posible cambio en las políticas económicas de la nueva Administración estadounidense, que podría tener repercusiones en la economía global. A pesar de que la exposición comercial de España a Estados Unidos es menor que la de otros países de la eurozona, como Alemania e Italia, cualquier aumento en los aranceles podría tener un impacto significativo.

Además, la incertidumbre derivada de los conflictos bélicos en Ucrania y Oriente Medio, así como la inestabilidad política en algunos países europeos, como Francia y Alemania, también representan riesgos relevantes para la economía española.

Incertidumbres en la Inversión y Política Fiscal

A nivel nacional, persiste la incertidumbre sobre la rapidez con la que se desarrollará el proceso desinflacionario y la recuperación de la inversión empresarial. Asimismo, el futuro de la política fiscal sigue siendo incierto, ya que un cumplimiento estricto del plan fiscal podría representar un riesgo a la baja para la actividad económica.

Las proyecciones del Banco de España reflejan un panorama mixto, donde las expectativas de crecimiento son alentadoras, pero también existen desafíos que podrían influir en la economía en los próximos años. La evolución de la inflación, el mercado laboral y las finanzas públicas serán aspectos clave a seguir en el contexto de la recuperación económica de España.


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