Celta arranca LaLiga con victoria 2-1 ante Alavés

El Celta arranca con victoria en LaLiga EA Sports

El inicio de una nueva temporada siempre trae consigo una mezcla de emociones. Los equipos se preparan, los aficionados esperan ansiosos y el ambiente se carga de expectativas. En este contexto, el RC Celta logró una importante victoria (2-1) frente al Deportivo Alavés en la primera jornada de LaLiga EA Sports. A pesar de un comienzo complicado, los celestes supieron revertir la situación y sumar sus primeros puntos del campeonato.

Un comienzo incierto

El partido comenzó con un aire de continuidad respecto a la temporada anterior. Recordemos que el Alavés había logrado una contundente victoria (3-0) en su visita a Balaídos a finales de abril. Esta vez, el Celta se presentó con algunas ausencias, como la de Mihailo Ristic, pero con la esperanza de que la historia no se repitiera. Desde el primer minuto, el equipo de Claudio Giráldez intentó imponer su juego, pero el Alavés mostró una defensa sólida y una capacidad para presionar que dificultó las intenciones locales.

Sin embargo, lo que pudo ser un golpe devastador para el Celta ocurrió en los primeros compases del partido. Iago Aspas, el emblema del equipo, estuvo a punto de ser expulsado tras un codazo a Antonio Blanco. Afortunadamente, el VAR intervino y el árbitro cambió su decisión, permitiendo que el delantero siguiera en el campo. Este momento fue clave, ya que Aspas es un jugador fundamental en el esquema del Celta.

Un gol en contra y la reacción celeste

A pesar de mantener a Aspas en el campo, la situación se tornó adversa rápidamente. En el minuto 17, Kike García aprovechó un excelente centro de Blanco para abrir el marcador a favor del Alavés. Con el 0-1 en el marcador, el Celta se vio obligado a reaccionar. El equipo local comenzó a buscar alternativas, intentando encontrar espacios en la defensa del Alavés. A medida que avanzaba el primer tiempo, el Celta empezó a generar más oportunidades, aunque el VAR volvió a jugar un papel crucial al anular un gol de Aspas por un fuera de juego milimétrico.

Este tipo de decisiones siempre generan controversia, pero el Celta no se dejó desanimar. Con el paso de los minutos, la presión aumentó y los jugadores comenzaron a conectar mejor, especialmente tras un triple cambio que introdujo frescura y energía en el ataque. La entrada de Jailson y Williot fue decisiva para cambiar la dinámica del partido.

La segunda parte: un Celta renovado

El descanso sirvió para que el Celta reordenara sus ideas y regresara al campo con una mentalidad renovada. La segunda parte mostró a un equipo más agresivo y decidido a buscar el empate. La conexión entre los jugadores se hizo más evidente, y el Alavés, aunque intentó mantener su ventaja, comenzó a ceder terreno.

El momento culminante llegó cuando Williot, tras una jugada bien elaborada, logró igualar el marcador en el minuto 61. La celebración fue un desahogo para la afición celeste, que veía cómo su equipo se levantaba tras un inicio difícil. Este gol no solo significó el empate, sino que también reavivó la esperanza de una remontada.

Aspas: el héroe de la noche

Con el marcador empatado, el Celta se lanzó al ataque en busca de los tres puntos. La figura de Iago Aspas comenzó a brillar con más intensidad. En el minuto 81, tras una buena combinación de juego, Aspas se deshizo de su marcador y anotó el gol que selló la victoria para el Celta. Su calidad y experiencia fueron determinantes en un partido que, de no ser por su intervención, podría haber tenido un desenlace diferente.

La afición celebró con euforia este tanto, conscientes de que la temporada aún es joven y que cada punto cuenta. La victoria en casa no solo aporta tres puntos en la tabla, sino que también genera un ambiente de confianza que puede ser crucial para el desarrollo de la campaña.

Mirando hacia el futuro

Con esta victoria, el Celta comienza la temporada con el pie derecho, dejando atrás las sombras de la anterior. Los jugadores han demostrado que, a pesar de los obstáculos, tienen la capacidad de competir y buscar un lugar más cómodo en la clasificación. El Alavés, por su parte, aunque se marcha de vacío, mostró destellos de calidad y potencial que podrían darles buenos resultados en los próximos encuentros.

La afición celeste puede sentirse optimista. La temporada es larga y llena de desafíos, pero con el talento de jugadores como Iago Aspas y la dirección de Claudio Giráldez, hay razones para creer que el Celta puede aspirar a grandes cosas. El camino hacia la permanencia y, quizás, hacia objetivos más ambiciosos comienza con este primer triunfo.