El Legado Cajal y los toques de guitarra, protegidos como patrimonio cultural

El Legado Cajal: un tesoro científico y cultural

El Consejo de Ministros ha aprobado la declaración del Legado Cajal como Bien de Interés Cultural, reconociendo su indiscutible valor histórico y científico. Este legado, compuesto por más de 28.000 bienes, perteneció a Santiago Ramón y Cajal, premio Nobel en Fisiología y Medicina en 1906. Entre los objetos que lo componen se encuentran material de laboratorio, placas histológicas, dibujos científicos, publicaciones y objetos personales del científico. Este legado, depositado en el Museo Nacional de Ciencias Naturales, ha sido declarado Memoria del Mundo por la UNESCO en 2017 y ahora recibe la máxima protección estatal como parte del 'Año de Investigación Ramón y Cajal'.

El Legado Cajal es un testimonio invaluable de los avances científicos y de la vida de uno de los investigadores más destacados en el campo de la neurociencia. Con su declaración como Bien de Interés Cultural, se garantiza su preservación y acceso para investigadores y el público en general, contribuyendo a la divulgación de la ciencia y la historia.

La guitarra y su papel en las fiestas participativas

Por otro lado, el Consejo de Ministros ha reconocido la importancia de los toques tradicionales de guitarra en las fiestas participativas como Manifestación Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial. Estos toques, ligados a las culturas rurales, son elementos clave en la expresión comunitaria y en la creación de lazos de fraternidad entre personas de distintas edades y procedencias. La guitarra, más allá de su función musical, se convierte en un símbolo de identidad y pertenencia a una comunidad.

La declaración de los toques tradicionales de guitarra como Manifestación Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial contribuirá a su salvaguarda y difusión, asegurando que estas expresiones musicales arraigadas en la tradición española perduren en el tiempo. Estos toques, presentes en la vida diaria de los habitantes de España desde siglos pasados, forman parte de un patrimonio cultural que merece ser protegido y valorado en su justa medida.