Unión Europea veta a fabricantes chinos en licitaciones médicas

La Unión Europea impone restricciones a fabricantes chinos en el sector de dispositivos médicos

A partir del próximo mes, la Unión Europea (UE) implementará un veto a los fabricantes chinos en las licitaciones de contratos públicos que superen los 5 millones de euros en el ámbito de los dispositivos médicos. Esta decisión se ha tomado como respuesta a la discriminación que enfrentan las empresas europeas en el mercado chino, donde las barreras impuestas han limitado su capacidad de competir en igualdad de condiciones.

Motivaciones detrás del veto

La medida, anunciada por el comisario de Comercio y Seguridad Económica, Maros Sefcovic, busca equilibrar el terreno de juego para las empresas de la UE. Sefcovic ha expresado que el objetivo es “nivelar el terreno” y que la Unión Europea sigue abierta al diálogo con China para resolver esta problemática. La decisión se enmarca dentro del Instrumento europeo de Contratación Pública Internacional (IPI), que establece criterios de proporcionalidad para asegurar que la intervención no se convierta en un veto absoluto contra ningún país.

La UE considera que esta represalia es "proporcional" a las barreras que enfrentan sus empresas en China, buscando un efecto disuasorio para que Pekín modifique sus prácticas.

Detalles del veto y su impacto

El veto afectará a las empresas chinas que deseen participar en licitaciones de contratos públicos en el sector de dispositivos médicos, un área de vital importancia para la salud pública en la UE. Esta medida ha sido diseñada para ser proporcional a los perjuicios que la industria europea ha sufrido debido a las restricciones impuestas por China. Además, se prevén excepciones en aquellos casos en los que no se encuentren proveedores alternativos que puedan garantizar el suministro necesario para el sistema de salud europeo.

La propuesta fue presentada a los Veintisiete a principios de mes y recibió el respaldo necesario en una reunión de expertos el pasado 3 de junio. Una vez completada la tramitación, la restricción se publicará en el Diario Oficial de la UE y entrará en vigor dentro de diez días.

Mecanismos de aplicación del veto

El instrumento IPI prevé dos posibles respuestas ante la situación actual: un ajuste en la puntuación de las ofertas de los operadores chinos o la exclusión de estos en licitaciones que superen los 5 millones de euros. La opción elegida por Bruselas ha sido la exclusión, lo que implica que las empresas que consigan contratos públicos no podrán haber obtenido más del 50% de sus dispositivos en China.

Esta decisión es un claro indicativo de la postura firme de la UE ante las prácticas comerciales desleales que han prevalecido en el mercado chino. Desde enero, Bruselas había anticipado la posibilidad de tomar medidas para contrarrestar las restricciones que limitan el acceso de las empresas europeas a las licitaciones en China.

Investigaciones y diálogo fallido con China

La decisión de la UE se basa en meses de investigación que revelaron que Pekín impone restricciones legales y administrativas que afectan de manera significativa a las empresas europeas. Según datos recopilados, un alarmante 87% de las licitaciones públicas en el sector están sujetas a prácticas excluyentes y discriminatorias.

A pesar de los esfuerzos realizados por los servicios comunitarios para alcanzar una solución dialogada con las autoridades chinas, estos intentos han resultado infructuosos. Sefcovic ha reiterado la necesidad de mantener relaciones comerciales abiertas y justas, pero ha dejado claro que la apertura de mercados debe ser recíproca.

Las restricciones chinas han llevado a la UE a adoptar una postura más firme en la defensa de sus intereses comerciales.

Reacciones en el ámbito empresarial y político

Las reacciones a esta medida han sido variadas. Por un lado, las empresas europeas del sector de dispositivos médicos han expresado su apoyo a la decisión de la UE, ya que consideran que es un paso necesario para garantizar un entorno de competencia justo. Desde el sector, se aplaude la iniciativa de la UE como una forma de presionar a China para que revise sus políticas y abra su mercado a las empresas europeas.

Por otro lado, algunos analistas advierten que esta medida podría provocar tensiones adicionales en las relaciones comerciales entre la UE y China. La posibilidad de represalias por parte de Pekín es un tema que preocupa a muchos, ya que podría afectar a otras industrias y sectores que dependen de la colaboración con el gigante asiático.

El futuro de las relaciones comerciales entre la UE y China

El veto a los fabricantes chinos en el sector de dispositivos médicos plantea interrogantes sobre el futuro de las relaciones comerciales entre la UE y China. La decisión de Bruselas refleja un cambio en la estrategia comercial, donde se prioriza la defensa de los intereses europeos frente a las prácticas desleales.

A medida que la UE avanza en la implementación de estas medidas, será crucial observar cómo responde China. La presión internacional podría llevar a Pekín a reconsiderar sus políticas y abrir más su mercado a la competencia europea. Sin embargo, también existe el riesgo de que la situación se agrave, llevando a un ciclo de represalias que podría perjudicar a ambas partes.

Conclusiones sobre la situación actual

La implementación del veto a los fabricantes chinos en las licitaciones de contratos públicos en el sector de dispositivos médicos es un reflejo de la creciente tensión entre la UE y China en el ámbito comercial. Las restricciones impuestas por Pekín han llevado a la UE a adoptar medidas drásticas para proteger a sus empresas y asegurar un entorno de competencia justa.

A medida que esta situación se desarrolla, será fundamental que ambas partes mantengan abiertas las líneas de comunicación para evitar un deterioro aún mayor en sus relaciones comerciales. La búsqueda de un equilibrio que permita un comercio justo y equitativo será clave para el futuro de las relaciones entre la UE y China.