Semaglutida mejora sensibilidad gustativa y respuesta cerebral a sabores dulces en obesos

Descubren un nuevo tratamiento para la obesidad basado en la sensibilidad gustativa

Investigadores han descubierto un nuevo enfoque para el tratamiento de la obesidad, basado en la sensibilidad gustativa y la respuesta del cerebro a los sabores dulces. Según un estudio presentado en la reunión anual de la Sociedad Endocrina, la semaglutida, un agonista del receptor de GLP1, demostró mejorar la sensibilidad gustativa, cambiar la expresión genética en la lengua y modificar la respuesta cerebral a los sabores dulces.

El estudio, liderado por Mojca Jensterle Sever y su equipo, asignó aleatoriamente a 30 mujeres con un IMC promedio de 36,4 para recibir 1 mg de semaglutida o un placebo durante 16 semanas. Durante este período, se evaluó la sensibilidad gustativa, la expresión de genes relacionados con el gusto y la actividad cerebral en respuesta a estímulos dulces. Los resultados mostraron cambios significativos en la percepción del gusto, la expresión génica en las papilas gustativas y la actividad en la circunvolución angular del cerebro.

Genes como EYA, PRMT8, CRLF1 y CYP1B1, relacionados con las vías gustativas, la plasticidad neuronal y la renovación de las papilas gustativas, mostraron una expresión diferencial en el estudio. Estos hallazgos sugieren que la semaglutida podría influir en la preferencia gustativa y la respuesta cerebral a los sabores dulces en personas con obesidad.

Jensterle Sever señaló la importancia de estos resultados para comprender y potencialmente ajustar las preferencias gustativas en personas con obesidad. Además, destacó que los médicos podrían utilizar esta información para correlacionar los cambios en el deseo de ciertos alimentos con el tratamiento de la diabetes y la obesidad. Sin embargo, la investigadora también reconoció las limitaciones del estudio, como la evaluación de un solo sabor en un entorno controlado.

A pesar de las limitaciones, este estudio abre nuevas puertas en el tratamiento de la obesidad, al centrarse en la sensibilidad gustativa y la respuesta cerebral a los sabores. La semaglutida podría convertirse en una herramienta prometedora para abordar las preferencias alimentarias y los hábitos de consumo en personas con obesidad, ofreciendo nuevas perspectivas en la lucha contra esta enfermedad.