Reunión polémica entre Abascal y Netanyahu desata críticas en el Congreso

Polémica por la reunión de Abascal con Netanyahu: ¿un respaldo a la violencia?

La polémica ha estallado en el Congreso de los Diputados tras la reunión entre el líder de Vox, Santiago Abascal, y el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu. La vicepresidenta segunda del Gobierno, Yolanda Díaz, ha denunciado este encuentro, criticando que se haya producido tan solo "48 horas después" de un incidente en el que un campamento con niños y niñas fue quemado.

En medio de la interpelación sobre política exterior, Díaz ha acusado a Abascal de sobrepasar los límites del Derecho Internacional y los Derechos Humanos al reunirse con un líder sobre el que pesa una orden de detención por "crímenes de guerra". La líder de Sumar ha cuestionado la firmeza de Vox, señalando el contraste entre esta actitud y las acciones que han llevado a la muerte de miles de personas, incluyendo niños y niñas.

La referencia al lema "desde el río hasta el mar" ha vuelto a ser protagonista en este debate, con Díaz defendiendo su uso en el marco de la resolución 181 de Naciones Unidas. Según la vicepresidenta, esta resolución aboga por la convivencia pacífica de dos estados en la región, y no debe ser interpretada como un acto antisemita.

La crítica de Díaz no se ha limitado a Vox, también ha cuestionado la postura del Partido Popular y ha preguntado por la ausencia del señor Feijóo ante la reunión de su socio con un líder acusado de crímenes de guerra. La líder de Sumar ha hecho hincapié en la importancia de criticar las políticas de un gobierno que, a su juicio, viola sistemáticamente las resoluciones de Naciones Unidas y los dictámenes de la Corte Internacional de Justicia.

En un tono enérgico, Díaz ha defendido su derecho a cuestionar las acciones del gobierno israelí y ha señalado que, según la definición que Vox hace del antisemitismo, también serían antisemitas los 143 estados que votaron a favor de que Palestina sea reconocida como un estado de pleno derecho en Naciones Unidas. La controversia está servida y las críticas no han tardado en llegar por parte de diferentes sectores políticos y sociales.