Químicos domésticos afectan células cerebrales, aumentando riesgo de enfermedades neurológicas. Medidas urgentes

Descubren la relación entre el uso de productos químicos domésticos y enfermedades neurológicas

Un nuevo estudio realizado por investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad Case Western Reserve ha revelado la preocupante relación entre el uso de productos químicos domésticos y enfermedades neurológicas como la esclerosis múltiple y los trastornos del espectro autista. Este estudio, publicado en 'Nature Neuroscience', ha identificado que ciertas sustancias químicas comunes presentes en productos de consumo diario pueden afectar directamente a los oligodendrocitos del cerebro, células especializadas encargadas de generar el aislamiento protector alrededor de las células nerviosas.

Riesgos para la salud del cerebro debido a la exposición a químicos domésticos

Los investigadores han alertado sobre los riesgos para la salud del cerebro derivados de la exposición a sustancias químicas presentes en productos de cuidado personal, desinfectantes, productos electrónicos y muebles. Según Paul Tesar, investigador principal del estudio, la pérdida de oligodendrocitos es la base de enfermedades neurológicas como la esclerosis múltiple, y ahora se ha demostrado que ciertos químicos comunes pueden dañar directamente estas células, representando un factor de riesgo hasta ahora desconocido.

Impacto de los compuestos de amonio cuaternario y retardantes de llama organofosforados

El estudio identificó dos clases de sustancias químicas que afectan selectivamente a los oligodendrocitos: los compuestos de amonio cuaternario presentes en productos de cuidado personal y desinfectantes, y los retardantes de llama organofosforados utilizados en productos electrónicos y muebles. Estos químicos han demostrado provocar la muerte de los oligodendrocitos y dificultar su maduración, lo que puede tener consecuencias negativas en la salud del cerebro.

Necesidad de investigaciones futuras y medidas regulatorias

Los expertos advierten sobre la necesidad de llevar a cabo más investigaciones para comprender mejor la relación entre la exposición a estas sustancias químicas y los efectos en la salud del cerebro. Es fundamental realizar un seguimiento de los niveles químicos en el cerebro de adultos y niños para determinar cómo la exposición a largo plazo puede causar o empeorar enfermedades neurológicas. Los investigadores instan a tomar medidas regulatorias o intervenciones conductuales para minimizar la exposición a estos químicos y proteger la salud humana.