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IPC en China alcanza máximo en 21 meses por alimentos

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Aumento del IPC en China: Noviembre marca un repunte significativo

El índice de precios de consumo (IPC) en China ha mostrado una notable subida interanual del 0,7% en noviembre, según los últimos datos proporcionados por la Oficina Nacional de Estadística (ONE). Este incremento representa un avance considerable en comparación con el 0,2% registrado en octubre, alcanzando así el nivel más alto de inflación en 21 meses. Este cambio es significativo, ya que indica que la economía china está experimentando una leve recuperación en términos de precios, después de haber enfrentado presiones deflacionarias en meses anteriores.

Evolución de la inflación en China

Durante los primeros once meses de 2025, la inflación promedio se ha mantenido en el 0%, lo que ha suscitado preocupación entre los analistas económicos. Sin embargo, el hecho de que la tasa de inflación interanual haya evitado la deflación por segundo mes consecutivo es un indicativo de que la economía podría estar en un camino de estabilización. La inflación subyacente, que excluye los precios de alimentos y energía, ha registrado un aumento del 1,2% en noviembre, lo que también sugiere que hay un repunte en la demanda interna.

El IPC de noviembre sugiere un cambio positivo en la economía china, aunque la inflación promedio sigue siendo preocupante.

Factores detrás del aumento del IPC

Uno de los principales motores del aumento del IPC ha sido el incremento en los precios de los alimentos, que han subido un 0,2% en noviembre. Este aumento se debe, en gran medida, al encarecimiento de las verduras frescas, que han visto un incremento del 14,5% en sus precios. Lynn Song, economista jefe para China de ING Research, ha señalado que este aumento podría continuar en los próximos meses, lo que podría influir en la dinámica de precios en el país.

La presión sobre los precios de los alimentos es un factor crucial en la economía china, ya que afecta directamente el poder adquisitivo de los consumidores. Con un aumento de los precios de los alimentos, es probable que las familias chinas sientan una mayor presión en sus presupuestos, lo que podría tener un efecto en el consumo y, por ende, en el crecimiento económico.

La deflación en el sector industrial

A pesar del repunte en el IPC, los precios de producción industrial han continuado su tendencia a la baja, con una caída del 2,2% en noviembre, en comparación con el 2,1% de octubre. Esta situación agrava la secuencia deflacionaria que ya lleva 38 meses en el sector industrial. La deflación en este sector es un signo preocupante, ya que indica que los productores están enfrentando dificultades para mantener sus márgenes de beneficio.

Los precios de producción son un indicador clave de la salud económica, ya que afectan a las decisiones de inversión y producción de las empresas. La caída continua de estos precios podría llevar a una menor inversión en el sector industrial, lo que a su vez podría impactar negativamente en el crecimiento económico a largo plazo.

Perspectivas económicas para 2026

Lynn Song ha destacado que el reciente impulso positivo en el IPC podría generar una lectura favorable para 2025 en su conjunto. Sin embargo, no se anticipa que esto limite la flexibilización de la política monetaria del Banco Popular de China en el próximo año. La atención se ha centrado en lograr un buen comienzo para 2026, que será el primer año del próximo Plan Quinquenal.

Las políticas de apoyo serán cruciales para el crecimiento económico en 2026, con recortes de tipos de interés esperados.

Para lograr los objetivos del nuevo Plan Quinquenal, se prevé que el gobierno implemente una nueva ola de políticas de apoyo en los primeros meses de 2026. Esto podría incluir recortes de tipos de interés, que se estiman en 20 puntos básicos. Estas medidas son esenciales para estimular la economía y fomentar la inversión y el consumo, especialmente en un contexto donde la inflación sigue siendo un tema de preocupación.

Impacto en el consumo y la inversión

El aumento de los precios de los alimentos y la inflación en general pueden tener un efecto adverso en el consumo de los hogares. A medida que los precios suben, los consumidores pueden verse obligados a ajustar sus gastos, priorizando necesidades básicas sobre bienes de consumo. Esto podría llevar a una desaceleración en el crecimiento del consumo, que es un motor clave de la economía china.

Por otro lado, la deflación en el sector industrial puede afectar la inversión empresarial. Las empresas pueden mostrarse reacias a invertir en un entorno de precios a la baja, lo que podría limitar la expansión y modernización de la infraestructura industrial. Este ciclo de deflación y aumento de precios de consumo crea un panorama complicado para la política económica.

La respuesta del Banco Popular de China

El Banco Popular de China ha estado bajo presión para ajustar su política monetaria en respuesta a estos cambios en el entorno económico. Con la inflación en aumento y la deflación en el sector industrial, el banco central se enfrenta al desafío de equilibrar el crecimiento y la estabilidad de precios. La flexibilización de la política monetaria podría ser una respuesta necesaria para estimular la economía, pero también debe ser manejada con cuidado para evitar desestabilizar el sistema financiero.

Los analistas esperan que el Banco Popular de China adopte un enfoque proactivo para abordar estos desafíos. La implementación de políticas que fomenten el crecimiento, al tiempo que se controlan los precios, será fundamental para mantener la confianza de los consumidores y las empresas en la economía.

Conclusiones sobre el estado de la economía china

El reciente aumento en el IPC de China sugiere un cambio en la dinámica económica del país, aunque persisten desafíos significativos. La presión inflacionaria en los precios de los alimentos, combinada con la deflación en el sector industrial, plantea un escenario complejo para los responsables de la política económica. La atención se centrará en cómo el gobierno y el Banco Popular de China responderán a estas tendencias en los próximos meses.

A medida que se aproxima el nuevo año, las expectativas sobre las políticas de apoyo y la dirección de la política monetaria serán cruciales para determinar el rumbo de la economía china en 2026. La capacidad del país para navegar estos desafíos será un factor determinante en su crecimiento y estabilidad a largo plazo.


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