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España crecerá un 2,4% en 2025 superando a eurozona

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España se posiciona como líder en crecimiento económico frente a la eurozona

La economía española sigue mostrando un desempeño notable en comparación con sus vecinos europeos, a pesar de los desafíos globales que enfrenta. Según las últimas proyecciones de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), España experimentará un crecimiento del 2,4% en 2025, superando con creces el crecimiento esperado para la eurozona, que se sitúa en un modesto 1%. Este contraste se hace aún más evidente al comparar a España con las principales economías de la eurozona, donde Francia y Alemania apenas alcanzarán un crecimiento del 0,6% y 0,4%, respectivamente.

España se destaca por su sólida recuperación económica, impulsada por factores internos y el apoyo de fondos europeos.

Factores que impulsan el crecimiento del PIB español

El crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB) en España se verá principalmente impulsado por la demanda interna. La OCDE ha señalado que el mercado laboral español se mantiene robusto, lo que se traduce en un aumento de los ingresos reales y un elevado nivel de ahorro de los hogares. Estos elementos son cruciales para sostener el crecimiento económico en un contexto donde las exportaciones pueden estar bajo presión.

La organización también ha destacado la importancia de los fondos europeos que se canalizan a través del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia. Estos fondos no solo están destinados a estimular la inversión, sino que también se espera que contribuyan a la creación de empleo y a la mejora de la infraestructura nacional. Sin embargo, la OCDE ha advertido que los retrasos en la ejecución de estos fondos y las condiciones financieras globales más restrictivas podrían limitar el impacto positivo de estas inversiones.

Desafíos en el horizonte: las exportaciones y la inflación

A pesar del crecimiento robusto, la OCDE ha previsto una desaceleración en el crecimiento de las exportaciones españolas. Esta tendencia se debe a la débil demanda de los principales socios comerciales de España y a los aranceles impuestos por Estados Unidos, que afectan a varios sectores, incluyendo la automoción y el acero. Aunque la exposición directa de España a estos aranceles es limitada, ya que las exportaciones a Estados Unidos solo representan alrededor del 1% del PIB, hay sectores que podrían verse más afectados, como la maquinaria y los productos agroalimentarios.

En cuanto a la inflación, se espera que la tasa general alcance el 1,9% en 2026, impulsada por la disminución de los precios de los alimentos y la energía. Además, la OCDE prevé que la tasa de desempleo continúe su tendencia a la baja, situándose en un 10,1% el próximo año. Estos indicadores son alentadores, ya que sugieren una mejora en la calidad de vida de los ciudadanos y un entorno más favorable para el consumo.

El crecimiento sostenido del PIB en España es un signo de la resiliencia económica del país, a pesar de los desafíos globales.

Perspectivas fiscales y gasto en defensa

La OCDE también ha indicado que el déficit presupuestario de España se reducirá al 2,8% en 2025 y al 2,3% en 2026, en comparación con el 3,2% registrado en 2024. Esta mejora se atribuye a una leve consolidación fiscal, respaldada por el aumento de los ingresos derivados de la creación de empleo y las medidas fiscales previamente anunciadas. Sin embargo, es importante señalar que muchas de las medidas de apoyo temporal implementadas durante el periodo de inflación han sido eliminadas gradualmente, incluyendo la finalización de los subsidios al transporte público, prevista para junio de 2025.

Además, se anticipa un aumento gradual del gasto en defensa en los próximos años, así como iniciativas gubernamentales para ayudar a los sectores más afectados por las tensiones comerciales. Se estima que este apoyo ascenderá a un total de 14.000 millones de euros, lo que representa aproximadamente el 0,9% del PIB. La mayor parte de este apoyo se canalizará a través de planes de garantía y préstamos, lo que podría ayudar a mitigar el impacto de las tensiones comerciales en la economía española.

Riesgos económicos y tensiones geopolíticas

A pesar de las proyecciones optimistas, la OCDE ha advertido que los riesgos a la baja siguen siendo elevados. La escalada de las tensiones geopolíticas y comerciales podría frenar aún más la demanda externa, aumentar la incertidumbre y retrasar las inversiones vinculadas al Plan de Recuperación. La incertidumbre en torno a las políticas económicas y comerciales ha afectado negativamente la confianza de empresas y consumidores, lo que podría tener repercusiones en el comercio y la inversión.

El economista jefe de la OCDE, Álvaro Pereira, ha señalado que el debilitamiento de las perspectivas económicas se sentirá en todo el mundo, y que el menor crecimiento y la disminución del comercio afectarán los ingresos y ralentizarán el crecimiento del empleo. Los riesgos de proteccionismo y la incertidumbre en torno a las políticas comerciales podrían agravar aún más la situación, lo que reduciría las perspectivas de crecimiento mundial e impulsaría la inflación.

Impacto en la economía global y en otros países

Las proyecciones de la OCDE también indican que otras economías avanzadas, como Estados Unidos y China, experimentarán un crecimiento más lento de lo esperado. Para Estados Unidos, se prevé un crecimiento del PIB del 1,6% este año, revisado a la baja desde el 2,2%, y una expansión del 1,5% en 2026. En el caso de China, la OCDE ha ajustado su previsión de crecimiento a 4,7% en 2025 y 4,3% en 2026, lo que representa una décima menos de lo anticipado previamente.

A nivel mundial, las nuevas proyecciones de la OCDE implican una revisión a la baja de las expectativas de crecimiento, que se sitúan en 2,9% para 2025 y 2026. Esta tendencia es preocupante, ya que el aumento de las barreras comerciales y la incertidumbre han impactado negativamente la confianza de los inversores y consumidores, lo que a su vez podría frenar el crecimiento económico a nivel global.

Conclusiones sobre el futuro económico de España

En resumen, a pesar de los desafíos y riesgos que enfrenta la economía española, el país se mantiene en una posición favorable en comparación con otras economías avanzadas. Con un crecimiento del 2,4% previsto para 2025, España sigue siendo un ejemplo de resiliencia económica. La clave para mantener este impulso radica en la gestión efectiva de los fondos europeos, la adaptación a las condiciones del mercado global y la atención a los riesgos emergentes que podrían amenazar la estabilidad económica.


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