Negociación

Sindicatos exigen diálogo sobre convenio Hunosa y futuro laboral

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Movilizaciones en el horizonte: CCOO y UGT exigen diálogo a la SEPI sobre Hunosa

Los sindicatos CCOO de Industria Asturias y SOMA Fitag UGT han lanzado una contundente advertencia este lunes: si la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) no accede a reunirse para discutir el nuevo convenio de la empresa pública Hunosa, se iniciarán movilizaciones. Esta declaración se produjo tras una visita de los representantes sindicales a la sede de la SEPI en Madrid, donde exigieron una reunión con la dirección de la entidad, que depende del Ministerio de Hacienda y supervisa la compañía energética asturiana.

Demandas de diálogo y negociación

La visita a Madrid se justifica por la negativa de la SEPI a aceptar "las bases para llegar a un principio de acuerdo", que, según los sindicatos, ya se habían pactado con la dirección de Hunosa en Asturias. Andrés Vallina, representante de SOMA Fitag, destacó la necesidad de contar con un "interlocutor válido" dentro de la SEPI que pueda participar en las negociaciones. "No queremos que algo que se negocie en Asturias tenga que ser renegociado en Madrid", enfatizó Vallina, evidenciando la frustración de los sindicatos ante la falta de comunicación y entendimiento.

Adrián Miguel, representante de CCOO de Industria en Asturias, también hizo hincapié en que Hunosa sigue siendo una empresa minera, algo que contradice lo acordado en el Plan de Empresa firmado anteriormente. Este plan contemplaba una transición hacia una compañía centrada en energías renovables y en la restauración medioambiental durante el primer trienio (2019-2021). "Estamos a las puertas de 2025 y seguimos siendo una empresa minera, ése es el primer incumplimiento", subrayó Miguel, reflejando la preocupación de los trabajadores por el futuro de la empresa.

"La situación actual es insostenible y requiere una respuesta inmediata por parte de la SEPI."

Cierre del pozo de San Nicolás: un punto crítico

Uno de los temas más candentes en esta disputa es el cierre del pozo de San Nicolás, que ha sido el principal motivo de la ruptura del principio de acuerdo que los sindicatos habían reclamado. Vallina expresó que existe un "compromiso muy grande con los trabajadores", y enfatizó que no desean dejar a nadie atrás en este proceso de transición. "Es fundamental llevar a cabo una transición justa", añadió, subrayando la importancia de cuidar a los trabajadores afectados por el cierre.

Este cierre ha generado una gran preocupación entre los sindicatos, que han planteado un plan social para ayudar a los trabajadores que perderán su empleo debido a la cesación de la actividad extractiva de carbón en el pozo. Vallina destacó que aproximadamente 400 trabajadores se verán afectados, y que muchos de ellos enfrentan una difícil recolocación después de haber dedicado tantos años a esta actividad. "No queremos devaluar su categoría profesional; tienen que salir a través de un plan social", advirtió.

Renegociación de acuerdos previos

Miguel también se refirió a la situación actual, indicando que los sindicatos ya habían llegado a un "fin" con la empresa, y que "ese trabajo está ahí". Esto implica que están dispuestos a "renegociar lo ya negociado", lo que pone de manifiesto la voluntad de los sindicatos de encontrar una solución viable para todos los involucrados. Sin embargo, Miguel criticó la propuesta planteada por la SEPI, calificándola de "alejada de la realidad". Según él, la SEPI se niega a asumir las consecuencias que tiene el cierre para los trabajadores fijos y de las subcontratas.

"El cierre del pozo debe hacerse con garantías sociales y una transición justa para todos los trabajadores."

Las consecuencias del cierre en el sector minero

El cierre del pozo de San Nicolás no es un hecho aislado, sino que forma parte de una tendencia más amplia en el sector minero, que ha estado bajo presión por la transición hacia fuentes de energía más sostenibles. Los sindicatos han estado alertando sobre las implicaciones que esto tiene para la comunidad y para los trabajadores, que han dedicado sus vidas a esta industria. La falta de un plan claro y efectivo para la transición ha generado incertidumbre y temor entre los empleados.

La situación es aún más crítica considerando que muchos de estos trabajadores tienen una larga trayectoria en la minería y enfrentan dificultades para adaptarse a nuevos roles en un sector en transformación. La necesidad de formación y recalificación es evidente, y los sindicatos están exigiendo que se implementen programas adecuados para facilitar esta transición.

El papel de la SEPI en la reestructuración del sector

La SEPI, como entidad responsable de la supervisión de empresas públicas, tiene un papel crucial en la reestructuración del sector. Sin embargo, su negativa a participar en las negociaciones ha generado un clima de desconfianza entre los sindicatos y los trabajadores. La falta de diálogo no solo afecta a los empleados de Hunosa, sino que también repercute en la comunidad en general, que depende de la estabilidad de estas empresas para su desarrollo económico.

Los sindicatos han dejado claro que no se quedarán de brazos cruzados ante esta situación. La movilización de los trabajadores es una opción que se está considerando seriamente, y esto podría llevar a un aumento de la tensión entre los sindicatos y la SEPI. La historia reciente ha demostrado que la falta de comunicación y colaboración puede resultar en conflictos prolongados y perjudiciales para todas las partes involucradas.

La búsqueda de soluciones sostenibles

Ante este panorama, es fundamental que se busquen soluciones sostenibles que no solo beneficien a la empresa, sino que también protejan los derechos y el bienestar de los trabajadores. La transición hacia energías renovables es un objetivo necesario, pero debe llevarse a cabo de manera que se garantice la seguridad laboral y se minimicen los impactos negativos en la comunidad.

Los sindicatos han propuesto que se establezcan mecanismos de apoyo para los trabajadores afectados, así como iniciativas de formación que les permitan adquirir nuevas habilidades y adaptarse a las demandas del mercado laboral actual. Esto no solo es un imperativo moral, sino que también es esencial para asegurar la viabilidad a largo plazo de la industria en la región.

Compromiso con los trabajadores y el futuro del sector

La situación actual exige un compromiso firme por parte de la SEPI y de la dirección de Hunosa para abordar las preocupaciones de los trabajadores y garantizar una transición justa. Los sindicatos están dispuestos a colaborar en la búsqueda de soluciones, pero esto requiere una disposición real al diálogo y a la negociación por parte de la SEPI.

La historia del sector minero en Asturias está marcada por la lucha y la resistencia de los trabajadores. Hoy, se enfrentan a un nuevo desafío que requiere unidad y determinación. La movilización de los sindicatos puede ser el primer paso para garantizar que se escuchen sus voces y que se tomen en cuenta sus demandas en el proceso de transformación que se avecina.

La situación es compleja, pero con un enfoque colaborativo y un compromiso genuino hacia los trabajadores, es posible construir un futuro más sostenible y justo para todos los involucrados en la industria minera y energética en Asturias.


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