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Fitch mejora previsiones económicas de España y destaca crecimiento PIB

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Fitch Ratings mejora las previsiones económicas para España hasta 2028

La agencia de calificación Fitch Ratings ha presentado un informe que eleva las expectativas del Producto Interno Bruto (PIB) potencial de España, estableciendo una media del 2% para el periodo comprendido entre 2024 y 2028. Este pronóstico se fundamenta en varios factores relacionados con la oferta, destacando la reducción del paro estructural y la creación de empleo, así como un incremento en la productividad.

Crecimiento del PIB en el horizonte

Según el análisis de Fitch, se estima que el crecimiento del PIB español alcanzará aproximadamente un 3% en el presente año. Este crecimiento se mantendrá por encima del 2% durante los años 2025 y 2026. Sin embargo, se anticipa una desaceleración que llevará a un promedio del 2% hasta el final de 2028. Este panorama indica que, aunque se prevé un crecimiento sostenido, la economía española podría enfrentar desafíos en los próximos años.

La creación de empleo puede seguir siendo superior a la de la eurozona durante algún tiempo.

La recuperación tras la pandemia

Fitch ha señalado que la recuperación económica de España tras la pandemia fue inicialmente más débil en comparación con otros países europeos. No obstante, a medida que avanzó el tiempo, España logró acelerar su crecimiento, superando a varias naciones del entorno. Esta recuperación ha estado acompañada de un notable dinamismo en el mercado laboral, lo que ha permitido que la creación de empleo se mantenga en niveles elevados.

El impacto del desempleo estructural

Uno de los aspectos destacados en el informe es la evolución de la tasa de desempleo estructural en España. Fitch estima que esta tasa es probablemente inferior al 11,2% actual, lo que sugiere que el país está en una trayectoria de mejora en el ámbito laboral. La combinación de un crecimiento en la población activa y una reducción en el desempleo son factores que han contribuido a este escenario optimista.

Aumento de la población activa

El crecimiento de la población en edad de trabajar ha sido un factor determinante en las proyecciones de Fitch. En 2022, la migración neta superó a la de toda la década de 2010, lo que ha permitido mitigar el envejecimiento de la población nativa y ha generado un ligero aumento en la tasa de participación laboral. Aunque se espera que este crecimiento continúe, se anticipa que se moderará con el tiempo.

Desafíos de la productividad

A pesar de las mejoras en la economía, Fitch advierte que el PIB per cápita de España todavía se sitúa por debajo de la media europea, y su convergencia con esta última se produce de forma lenta. Sin embargo, se prevé que la productividad en el país experimentará un repunte, gracias a cambios en los factores que impulsan el crecimiento. Este aumento en la productividad será esencial para sostener el crecimiento a largo plazo.

La oferta de mano de obra, la creación de empleo y el aumento de la competitividad han sido fundamentales para el fuerte crecimiento de España.

Inversión privada y fondos europeos

Fitch destaca que la inversión privada jugará un papel crucial en la economía española en los próximos años. Este protagonismo se verá favorecido por un entorno de tipos de interés en descenso y por la implementación de proyectos financiados con fondos europeos. La combinación de estos factores podría dar lugar a un impulso significativo en la economía nacional.

Competitividad y balanza por cuenta corriente

La competitividad de España ha mejorado notablemente en la última década, ya que los costes laborales unitarios han disminuido en comparación con la zona euro. Este ajuste ha permitido que las exportaciones de bienes y servicios aumenten, resultando en un superávit en la balanza por cuenta corriente. Este superávit es un indicador positivo de la salud económica del país y su capacidad para competir en el mercado global.

Resiliencia de la industria española

El informe de Fitch también resalta la resiliencia de la industria española, que ha logrado adaptarse a las circunstancias cambiantes del mercado. En particular, la caída de los precios de la electricidad, en comparación con otros mercados, ha beneficiado a las industrias que dependen de este recurso. Este descenso en los precios se ha visto impulsado por un mayor desarrollo de las energías renovables, lo que ha permitido a las empresas españolas mantener su competitividad.

Perspectivas a largo plazo

A medida que se avanza hacia 2024 y más allá, las perspectivas para la economía española parecen alentadoras, aunque no exentas de retos. La combinación de una población activa creciente, una reducción del desempleo estructural y un entorno favorable para la inversión privada son factores que podrían sostener el crecimiento. Sin embargo, es fundamental que las autoridades y los actores económicos se mantengan alerta ante posibles perturbaciones que puedan afectar este crecimiento.

El papel de la política económica

La política económica jugará un papel crucial en la consecución de estos objetivos. La implementación de reformas estructurales que fomenten la inversión, la innovación y la formación de capital humano será esencial para asegurar que España pueda mantener su competitividad en un entorno global cada vez más desafiante. La colaboración entre el sector público y privado será clave para maximizar el impacto de los fondos europeos y otros recursos disponibles.

Conclusión de las proyecciones de Fitch

El informe de Fitch Ratings es un reflejo de la evolución positiva que ha experimentado la economía española en los últimos años. Con un crecimiento sostenido del PIB, una mejora en el mercado laboral y un aumento de la competitividad, España se posiciona como un actor clave en el contexto europeo. Sin embargo, la vigilancia constante y la adaptabilidad serán esenciales para navegar por los desafíos que puedan surgir en el futuro.


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